Introducción
El aparato digestivo es clave en nuestro bienestar. Sin embargo, cada vez más personas sufren molestias como hinchazón, dolor abdominal o estreñimiento. En muchos casos, estos problemas se pueden mejorar con cambios en la alimentación y un plan adaptado a cada persona.
Síntomas frecuentes
Hinchazón y gases
Uno de los síntomas más comunes, asociado a intolerancias o al consumo de alimentos difíciles de digerir.
Acidez y reflujo
El reflujo puede estar relacionado con ciertos alimentos o con hábitos poco saludables.
Alteraciones del tránsito intestinal
Diarrea o estreñimiento crónicos pueden mejorar con ajustes dietéticos adecuados.
Intolerancias y sensibilidades alimentarias
Intolerancia a la lactosa
Una de las más frecuentes, que requiere sustituir lácteos por alternativas adecuadas sin comprometer la ingesta de calcio y proteínas.
Celiaquía y sensibilidad al gluten
En estos casos es fundamental una dieta estricta sin gluten, bien planificada para evitar carencias.
Dieta baja en FODMAPs
En personas con síndrome de intestino irritable, este enfoque puede ayudar a reducir los síntomas digestivos.
La microbiota intestinal
La microbiota influye en la digestión, el sistema inmunitario y hasta el estado de ánimo. Cuidarla con una dieta rica en fibra, probióticos y prebióticos es fundamental para la salud digestiva.
El papel del nutricionista digestivo
Un nutricionista especializado en digestivo puede evaluar tus síntomas, diseñar un plan personalizado y ayudarte a identificar qué alimentos te benefician y cuáles debes limitar.
Conclusión
Los problemas digestivos no deben normalizarse. Con el apoyo de un nutricionista en Santander especializado en digestivo, puedes mejorar tu calidad de vida y aprender a comer de forma que tu cuerpo se sienta mejor.


